sábado, 12 de febrero de 2011

Dejando una vida normal

Dejando una vida normal
Hola, mi nombre es Mike, hace tres años me regalaron este diario, y bien yo pensé <<¡¡¡que mierda de regalo!!!>> Ahora pienso que es el mejor regalo del mundo. Estas son mis primeras páginas, así que no se cómo empezar, pero eso si, es muy posible que también sean las últimas, en ese caso de aquí unos días aparecerá un inspector de policía leerá esto y lo considerará una nota de suicido, en el caso de que siga escribiendo, será un recuerdo en papel. Bien supongo que debería empezar por el principio, pero, no sé donde se encuentra. Así que haré una breve introducción. Muy bien, pues empiezo: yo nací en un hospital normal, tuve un parto normal i fui a una escuela normal, sacaba notas normales y tenía amigos normales, toda mi vida era normal, hasta que hace dos meses apareció ella. Des del día en que la salvé de ser atropellada por un camión mientras escuchaba música, todo dejo de ser normal. Porque salvar a una chica de ser atropellada no es algo “normal” que digamos. Ella no era normal, después de salvarla me invitó a un café y me dio las gracias.  Ese día me enamoré de ella, ese día nos hicimos amigos. Así que fuimos quedando, una y otra vez “en el bar en donde el camión” me decía ella. La verdad es que no es muy normal quedar frente al lugar donde te has saludado con la muerte, pero ella era así. Su vida no era para nada normal y aburrida como la mía, siempre había estado de aquí para allá dejando trocitos de ella repartidos por el mundo, yo no quería que se marchara, si lo hacia la triste y aburrida monotonía volvería a mí. Bueno ella era genial siempre estaba explicándome cosas que le habían pasado con esa sonrisa radiante. En cambio yo no sabía nunca que explicar ni siquiera me había roto un brazo o una pierna para poder decirle. En cambio ella por ejemplo: una vez entró en un furgón de magdalenas para darse un festín, debía tener unos seis años. Y resulta que se quedó dormida, el furgón se fue muy lejos a las montañas. Cuando despertó estaba en los Alpes suizos, y eso que se había dormido en Lyon, Francia. Cuando bajó del camión no entendía a nadie y no sabía qué hacer. Así que por intuición se coló en el maletero de un Autobús que la llevó de vuelta a Lyon.  Lo mejor es que estuvo 20h fuera y nadie se dio cuenta de su pequeña excursión. Pero la historia no se acaba aquí, lo mejor es que el siguiente fin de semana fueron a esquiar al mismo pueblo en el que había bajado del camión. Ella siempre me explicaba historias como esas y siempre se reía. A mí me gustaba mucho estar con ella, pero al mismo tiempo estaba incómodo y temeroso por si me decía << ¿I a ti que te ha pasado? >> Que le diría ¿que un día me tropecé con los cordones por el pasillo del colegio?  No tenía nada que explicar. Un mes después de ir quedando en ese bar. Me pidió para salir, si me lo pidió ella, ella me había explicado su fascinante vida, en cambio yo casi ni le había hablado. Hola, que tal, adiós, si, no, esas eran las palabras que ella había escuchado de mis labios, pero sin embargo me había pedido para salir. A partir de ese día mi vida dejó de ser normal. Íbamos a bañarnos en invierno  nos quedábamos en los baños del centro comercial y nos esperábamos a que cerrasen para pasear por las galerías oscuras y solitarias llenas de productos, dormimos en árboles, nos vestimos de policía y mil cosas más. Cada segundo con ella era mejor que mil años luz de adrenalina. Todo iba bien y siempre estábamos juntos, yo solo temía que del mismo modo que había entrado en mi vida volviera a salir de ella.  Llevábamos una vida completamente anormal, y como vida anormal que era no podía continuar de ese modo mucho tiempo más. Un día no se presentó en el bar. No contestaba a mis llamadas, ni al timbre de su puerta. Mi vida se volvió aburrida otra vez, la necesitaba como el aire a los molinos. Así que busque su nombre, por internet en el registro civil y en todas las embajadas, pero no aparecía por ningún lugar. Así que abandoné mi trabajo normal para entrar en el cuerpo de policía y encontrar su paradero. No me costó mucho, a los dos días de trabajo, un compañero me habló sobre unos contrabandistas que habían estado por allí recientemente. Yo me interesé por la noticia, no se, fue intuición.  En cuanto me enseñaron las fotos de los miembros de la familia de contrabandistas, la vi, era la hija del jefe, ahora todo encajaba. Ahora ya entendía porque la chica de mis sueños tenía su tan deseada vida anormal. No podía dejar de quererla, y cuanto más pasaban los días más la echaba en falta. Así que empecé a investigar los lugares donde había estado. Pero nada me daba un indicio de donde podía encontrarse. Dos meses después me pusieron al cargo del caso debido a mi empeño y mi gran éxito, ningún agente había ascendido tan rápidamente en el cuerpo. Cada jueves por la tarde me dejaba caer” en donde el camión” para recordarla. Y un jueves de esos recordé un comentario. Un comentario muy importante. <<El próximo lugar donde me vaya será Egipto, siempre he querido ver las pirámides>> ¡Ya lo tenía! Me dirigí apresuradamente al cuartel e informe de la situación del paradero de los contrabandistas.  Después de pedir un traslado para ocuparme personalmente del caso viaje a Egipto.  En Egipto encontré indicios de la presencia de la banda, pero ninguna pista me llevaba a ellos, detuve setenta implicados, pero no llegaba al jefe. Entonces volví a recordar esas palabras<< El próximo lugar donde me vaya será Egipto, siempre he querido ver las pirámides>> Las pirámides ya lo tenía. Fui a las pirámides,  me encontré una cerrada por ”restauración”, pasé por debajo de la cinta que prohibía el paso, y me adentré en los túneles. Dentro encontré un cargamento de lo que parecía ser heroína y otras drogas. Llamé a la policía para que viniese, pero no tenía tiempo para quedarme allí. En las bolsas donde estaba guardada la droga ponía el nombre de un hotel, ese hotel al que me dirijo,  no sé si volveré con vida de él, pero el amor hace locuras, como he dicho al principio este diario posiblemente será encontrado por un inspector de policía, además será egipcio. Bueno ya lo he dicho todo, ahora me dirija donde me dirija ya estoy tranquilo.

1 comentario:

  1. Espero que les guste este experimento que realizé hace unos años, un intento de historia policiaca alternaiva que para entonces, no estaba mal, pero haora, falla bastante, pero no pienso reescribirlo, si en parte es por pereza en otra parte es porque es una obra que merece ser conservada incluso con sus defectos

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