viernes, 4 de febrero de 2011

La gran huida

La gran huida
Hacía ya tres días que corría pisando las ardientes piedras, ya escarlatas, de la gran llanura. Corría y corría y no podía dejar de hacerlo ya que solo al echar la vista atrás, podía tropezarme y dudaba que me pudiera volver a levantar. En realidad si paraba de correr unos segundos estaba seguro de que mi cuerpo caería al suelo casi inerte. Correr se había vuelto un movimiento automático, la pregunta era cuando se acabaría esa gran llanura inmensa de rocas ardientes. De repente a lo lejos se oyó el gemido de un ave, me habían localizado, intenté correr más rápido, pero mis piernas ya no respondían, en realidad no me podía quejar,  era un milagro  que siguieran avanzando, no veía nada más que tierra roja en el horizonte, la llanura se difuminaba con el cielo , el gran ave se me acercaba, sus gemidos cada vez eran más próximos, la muerte se acercaba extendiendo sus alas hasta mi. De repente un disparo vació el aire, el instante entre que la bala llegó a mi oído e impacto contra el suelo me pareció eterno. El ruido que provocó la bala me sobresaltó e hizo que me tropezara, pero pude recuperar el equilibrio  casi automáticamente. Cuando he dicho que la bala sonó en mis oídos, me refería a que literalmente había sonado en mis oídos, ya que no solo había pasado justo por el lado, si no que me había dejado un agujero en la oreja.  Ya no notaba el dolor, en realidad no me di cuenta de que tenía ese agujero hasta dos semanas después, un roce era lo único que mi celebro había tenido capacidad para captar, giré la cabeza para ver a la bestia que me acechaba, era un Txagal (Txagal :gran lagarto volador) y encima iba montado su jinete, un cazador Txubali (Gran tribu de guerreros de piel negra), el cazador lucía un rifle que apuntaba a mis piernas, de repente todo el mundo giró, había pasado lo que más me temía, me había tropezado. El ave salió volando hacia delante, mi caída me había salvado de sus garras, pero la salvación era instantánea, ya que el gran lagarto volvía hacia mí. Intenté mover mis piernas pero estas no me respondían, empecé a arrastrarme inútilmente pero a mis brazos les faltaba fuerza, de repente noté las garras del gran lagarto atravesando mi cuerpo, el cazador empezó a reírse y a lanzarme blasfemias en su sucio idioma, ellos habían llegado allí un día con sus escopetas y sus lagartos y habían empezado a matar a mi gente. No lo entendía no entendía nada, solo entendía que mi vida se había acabado, empecé a cerrar los parpados, estábamos muy altos, nunca había volado, era una sensación agradable. Solo pude sentir como sus garras se desprendían de mí antes de dejar este mundo.

El impacto contra la fría agua me despertó, no sabía dónde estaba, era un lugar oscuro y tenebroso, mis ojos nunca habían visto la oscuridad en un mundo donde siempre era de día. Quizás estaba cruzando el rio al reino de los muertos donde siempre era de noche. Agitando mis brazos penosamente me acerqué a la orilla  de esa laguna calmada y me tumbe sobre el fango mientras mis parpados volvían a cerrarse.
Al despertar lo primero que vi fue una franja de luz en un mundo de oscuridad. Arriba en el cielo solo se podía distinguir esa gran “franja de luz”. Miré a mis alrededores había pequeñas bolas de luz fantasmagórica, era débil y tenue pero se reflectaban en el agua dando una mínima claridad a ese calmado lugar. Cuando me incorporé un fuerte dolor en el pecho me recordó el encuentro con aquel gran lagarto.  Dos agujeros se abrían en mi pecho, pero en mi espalda, no notaba dolor. Pasé mis dedos por mi espalda y lo único que mis yemas pudieron distinguir fue el tacto del fango sobre mi piel, entonces me fijé en esa extraña tierra mojada, era fluorescente, cogí con mis manos esa extraña substancia que parecía haber sanado mis heridas y la unté por todo mi cuerpo. Acto seguido  me puse de pie, preste atención al silencio de ese lugar y poniendo máxima atención a mis oídos, puede distinguir el ruido de agua deslizándose por la roca. Empecé a caminar a un ritmo lento, el miedo a mis perseguidores no desaparecía, aunque sabía que había dormido durante días no podía quitármelo de encima. Entonces un pequeño lagarto se subió por mi pierna hasta mis manos, este me recordó a mis perseguidores y al hambre que mi cuerpo sufría, así que con rabia le arranqué la cabeza de cuajo y me lo comí crudo. Avancé durante días, no sé cuantos, ya que allí las horas del día (regidas por la intensidad del sol) se difuminaban en la oscuridad. Dormía mucho y comía poco pero mi ritmo cada vez era más rápido, aunque siempre iba andando, parecía que la vida me había sido devuelta, y aunque ahora vivía en la penuria, en cuanto este rio saliera de entre estas escarpadas paredes la plena libertad me seria devuelta. Estuve varias semanas más deambulando por los túneles y comiendo lagartos, mis heridas cicatrizaron y mis dolores desaparecieron hasta que un día vi una luz al final del túnel. Al salir al exterior la luz me deslumbró, estaba en un bosque, empecé a comer frutos y me eché a dormir. Como no sabía a dónde ir seguí el rio, pocas horas después empecé a divisar un humo negro y espeso que salía del valle, un gran árbol de piedra parecía emerger de entre los otros árboles y escupir humo al cielo, esto me recordó a las armas de los hombres de piel negra, pero continué siguiendo el rio. Cuando llegué junto al gran árbol, encontré lo que recordaba en mis pesadillas, esas verjas metálicas que echaban chispas i encerraban a mi pueblo, no podía ser, en el gran árbol gris había gravado el escudo de los hombres de piel negra. Debía huir de ese lugar, me giré para volver con el rio, pero el terror apareció ante mí, tres cazadores iban montados en lagartos terrestres, no los había visto nunca, pero ahora sabía que des del principio, toda resistencia había sido inútil. No podía escapar solo podía morir. Por lo visto, ese rio si era el rio de la muerte.

6 comentarios:

  1. Esta es una redaccion que desenterré de entre un monton de textos, recurdo que me gustó mucho escrivirla y espero que sea de su agrado. Para escrivirla me inspiré en la pellicula Avatar. Asi que haunque no sea mi estilo actual, espero que disfruten con ella :)

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  2. Ya la recuerdo, la escribiste hace mucho... es como una descripción de la vida y una carrera hacia la muerte... ¡El tiempo pasa tan deprisa!

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  3. Heyyy me han gustado tus relatos soy la chica del chat dominicana ejejje very nice tienes mucha imaginacionn

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  4. Jaja gracias, espero que te gusten los demas

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