Magic Graduation
La mujer que duerme en mi cama aparenta un rostro angelical, no puedo dejarla allí abandonada entre la mugre. Le dejo una nota, cuando vuelva a la habitación seguramente ya no estará, miro por última vez su bello rostro antes de saltar por la ventana como cada día, mi habitación esta en el quinto piso. De repente me invade una sensación de adrenalina durante un segundo de caída, entonces las convers empiezan a aletear frenando en seco mi caída a pocos metros del suelo, asustando a unas pobres estudiantes, no puedo resistir la tentación y les lanzo otro de mis conjuros, el volatilizador de ropa, mientras esta pequeña broma no llegue a los profesores antes de la noche no pasará nada, las dos chicas empiezan a chillar avergonzadas tapándose con sus carpetas, pero yo ya estoy demasiado lejos para ver el fin de esa historia, la cual he provocado. Voy volateando, esquivando los árboles del jardín, esquivar es mi especialidad. De repente el bosque termina y aparezco en las calles bulliciosas de la ciudad, fuera del campus de estudiantes, voy volando de espaldas al suelo con los brazos bajo mi cabeza, como si estuviera estirado en un cómodo lecho que vuela entre los campesinos, cojo una manzana de una tienda y empiezo a devorarla con tranquilidad, nadie se da cuenta, verme volar por las calles a esas horas es una rutina para todo el mundo. Súbitamente me pongo de pie y entro en la taberna “el cerdito volador” pido un vodka con hielo, paso allí quince minutos hablando con el tabernero mientras me intento ligar a la camarera. Dialogamos sobre un dragón milenario que acaba de azotar una ciudad. Cuando me gradúe para el duodécimo curso seré un mago de la élite y estaré capacitado para vencer al dragón. Todos dicen que no llegaré a ese nivel por mis faltas de disciplina, pero por mi suerte a partir del noveno curso no cuentan las faltas de disciplina ya que se supone que ya son magos expertos y según el consejo, “el mundo no puede permitirse no dejarles progresar”. Miro el reloj, voy tarde, tengo cinco minutos para atravesar el pueblo, el bosque, el campus y llegar a clase, le digo adiós al tabernero y me pongo a volar hacia la salida. Entonces con un movimiento ágil golpeo pícaramente el trasero de la tabernera y salgo velozmente por la puerta, ella grita enojada a la vez que sus mejillas se sonrojan, alguien le da un toque en el hombro, ella se gira y me mira sorprendida yo respondo a su mirada con un beso y ella me pregunta <<pero...¿cómo?>> “magia” respondo simplemente, mientras que le tiro un papelito entre la ranura de sus pechos con mi número de teléfono y salgo volando por la ventana. El tabernero empieza a reír a carcajadas mientras la sirvienta se arrodilla de desconcierto intentando descubrir el truco de mi magia. No tengo tiempo de esquivar a la gente, debo trazar una línea recta hacia la clase. Llego tres segundos antes de que toque el segundo timbre que da inicio a la clase. Las siguientes cuatro horas las paso oyendo la aburrida teoría que ya se me de memoria, después de oírla durante once años seguidos. Me tienta la idea de batir el record de repetir dieciocho veces, abandono esta idea ya que no podría soportar la idea de oír otro año esa aburrida teoría. Todas las clases resultan aburridas y tranquilas, excepto la clase de transmutación, en esta las dos alumnas que he dejado desnudas después de salir de mi habitación vienen a quejarse al profesor, ellas saben lo de que si tengo una falta más seré expulsado, todo el mundo en el campus lo sabe. Por suerte el profesor de transmutación es el único profesor que me apoya, incluso en alguna ocasión me ha ayudado en mis “gamberradas”. El les dice que se marchen ya que no tienen pruebas para demostrar nada. Entonces salto yo y me ofrezco voluntario para realizar el ejercicio que pedía el profesor, transformar un arbusto en un animal. El profesor descubre mi intención, pero me permite realizar mi astuto plan. Entonces apunto claramente hacia las dos alumnas y pronuncia las palabras, entonces y repentinamente sus ropas se transforman en mofetas y las dos muchachas huyen avergonzadas. Toda la clase empieza a reír a carcajadas, el profesor me mira con mirada severa como diciéndome << te has pasado>>, pero yo le contesto que se me ha ido la mano y que tengo muy mala puntería, entonces el profesor empieza a reír junto a la clase. Cuando acaba la clase voy volando hacia la ventana de mi habitación, no me gusta subir por el ascensor. Cuando entro en mi habitación doy un bote hacia atrás pensando que me he confundido, pero mis copas la delatan, la habitación está ordenada e impoluta encima del escritorio hay una nota:
De nada por ordenarte la habitación, y como dudo que nos volvamos a ver quiero agradecerte lo bien que lo he pasado contigo, espero que lo que he dicho anteriormente sea mentira y que nos reencontremos, pero sé que eres un chico ocupado y con mucho éxito entre las mujeres así que solo te deseo suerte en tu último día, estoy convencida de que pasarás curso.
No sé porque, pero enmarco esa nota en una pared, su caligrafía es bella y ordenada, al contrario que la mía, después de comprobar que está bien colgada en la pared, me estiro un rato para dormir unas horas antes de la ceremonia de graduación.
Me despiertan los fuegos artificiales que dan inicio a la graduación, estoy llegando tarde, hace cinco minutos que tendría que estar allí. Solo tengo una posibilidad de aparecer en la ceremonia sin que nadie se dé cuenta de que he llegado tarde y ahuequé gaste casi toda mi magia, es mi única oportunidad. Me visto y hago el hechizo. ¡Puf! De repente aparezco sentado entre los más de dos millones de alumnos, aunque mi apellido empiece por la letra A estoy en el puesto 523 de la lista. La directora mira mi asiento perpleja, no se le ocurre como puedo estar allí y viene a decirme que he vuelto a suspender por llegar tarde, pero yo le digo que he estado allí todo el tiempo y como que todos los que se sientan a mi lado atestiguan mi inocencia, la directora no tiene más remedio que creerme. Preguntándose como lo habré hecho. La verdad es que es muy simple, básicamente me he teletransportado, lo que pasa es que la directora no puede imaginarlo, ya que esta magia no se aprende hasta noveno curso. Estoy exhausto por realizar el hechizo, ya que no lo domino. Por suerte van llamando a los graduados del 555 al 1 y yo estaré seguramente entre los primeros ya que mis notas son casi siempre diez y he cumplido los términos que el consejo me había impuesto. Resulta aburrido esperar hasta el principio. Cada vez que dicen un nombre alguien en algún lugar de esas inmensas gradas empieza a chillar de alegría, mientras otros se desesperan perdiendo toda esperanza de aprobar. Por la fatiga de teletransportarme y el aburrimiento me duermo, hasta que un codazo me despierta, de repente oigo: << Al señor Xinsqui Mcfly aprueba con el tercer puesto en el ranquin felicidades>> Ya estoy recuperado y listo para hacer mi gran aparición, Mcfly ha repetido tres veces, pero este año estudiando mucho ha conseguido el tercer puesto en el ranquin, en cambió yo he repetido 11 años y nunca he estudiado, ¿Cuál será mi puesto? ¿Primero o segundo? Entonces se oye una musiquita.
<< Ahora daremos la entrega de las matrículas de honor que solo se da a los estudiantes que han sacado una mediana superior a 9’9 en el curso>>,<< el segundo en el ranquin con una mediana de un 9’98 es el sr………>> Entonces mi nombre salió de la desilusionada voz de la directora, en su voz sonaba su apatía hacia mí, pero ya había aprobado, entonces me levanté alzando las manos, todo el mundo me aplaudía, sobretodo chicas, pronuncié unas palabras agitando mi varita y desaparecí de mi asiento. Todo el mundo quedó en silencio aunque la mayoría no lo pudo ver. De repente alguien gritó mi nombre señalando al escenario, me había teletransportado, entonces todos empezaron a aplaudir más fuerte. La directora se puso roja de ira al descubrir como la había engañado, pero ahora que ya estaba graduado oficialmente no estaba bajo su jurisdicción. La directora empezó a gritar con el micrófono pidiendo silencio, pero la gente no calló hasta que pasaron unos minutos, entonces me di cuenta de que alguien había superado mi 9’98 ¿quién seria, y con qué nota?
<< Y la estudiante que ha quedado primera en el ranquin con una nota mediana de diez es la Sra.……………………………>> Entonces un nombre que me resultaba muy familiar recorrió mis oídos y volando suavemente sobre una escoba apareció sobre el escenario una chica muy guapa con una sensual melena pelirroja, era su primer año y había aprobado, cosa que solo pasaba una vez cada cinco años, pero aún más impresionante es que lo había hecho con matrícula de honor. Pero eso no era lo más impresionante, lo más impresionante era que los dos graduados con matrícula de honor habían dormido juntos esa noche.
Fin
Bueno este es un divertido relato que escriví hace tiempo, una especie de Harry Potter+ American Pie jiji una extraña mezcla que espero que sea de su agrado!!!!!!!! :)
ResponderEliminarLiKe
ResponderEliminarjaja me gusta k te guste
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